No te acerques, no me rondes, ni me enamores, ni me encandiles. No me conmuevas, aléjate, no soy de nadie, no soy para ti.
No me des tus migajas (tu lo llamas miel) y me las arrebates. Sin darme tiempo a creer, a penas saborear.
Mejor breve. Si cobarde.
La renuncia es liberadora, tu ausencia también.
Demasiado arrolladora para ti.
Cobarde.
Alimentas tus miedos, con miedo.
Otra vez, no me dejas alcanzarte el corazón. Deambulas castrado. Porque tienes miedo de ti. Has construido tu propia jaula para no enfrentar el mundo, te hirieron y aún supuras.
Algunos hombres sois débiles seres.
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