miércoles, 21 de enero de 2015

Cada vez somos más. Y estamos muy hartas.

¿Qué hacemos cuando ya no nos queda ni el miedo?

A veces el peso de la realidad no me deja elevar la vista para verte venir.

Saber que entre tanta mierda hay algo por lo que seguir luchando.

Como las flores que quiebran el asfalto para brotar, buscando el sol.

Quiero que te quedes a  mi lado. Ya no quiero huir más.

Ya no quiero sufrir más.

No puedo. Algo se rompe muy adentro.

Ni las ansias de venganza, ni las dudas, ni el miedo acabarán conmigo.

Dame una esperanza. Que sienta que no todo está perdido.

Cuando el horror de este mundo nos aplaste,

Surgiremos, juntas, como las flores en mitad de la acera.

No vamos a desistir.

Somos expertas de la resistencia.

Guerreras. Incómodas. Histéricas. Brutas. Guarras.

Sublimes. Vulnerables. Valientes.

Nos golpean.

Volveremos a levantarnos. Con más fuerza y mayores certezas.

Nuestra retirada sería su victoria.

Solo la muerte nos detendrá, mas nuestras ideas no se perderán con el huracán de la represión y la barbarie.

Hemos nacido para trascender.

Nuestras armas son las redes, que como arañas vamos tejiendo. La música, con sus vibraciones nos cura. La alegría que alimentamos. La lealtad que sustenta el entramado.


Cada vez somos más. Y estamos muy hartas.

Pasar a la acción

9-9-2014 Hull (UK)

Pesada carga sobre nuestras espaldas.

En ocasiones demasiado, duele, aún quema. Revivirlas, reconocerlas, sentirlas otra vez, por no escucharme, por dejarme llevar por la comodidad de las costumbres y normas sociales dañinas, por buscar esa absurda “seguridad” que nos inocula el patriarcado.

Cansa, extenúa la consciencia del calado de este sistema que nos explota, nos aprisiona y nos exprime solo por ser mujeres, tan solo por haber nacido con órganos sexuales femeninos, o por dejarnos llevar por deseos sexuales no-heteronormativos, por ser simplemente nosotras mismas, libres.

Ideas de venganza me sobrevienen. La justicia institucionalizada no otorga garantías, no nos puede proporcionar seguridad porque está diseñada y sostenida sobe la misma ideología mutiladora y cruel.

Por separado estamos vencidas. La lucha es el único camino, en la unidad.

Si no lo quieres comprender, si no sabes ponerte en nuestra piel y ni por un segundo eres capaz de sentir una milésima del sufrimiento que el patriarcado nos causa, lárgate. Vete. No pongas más trabas de las que ya hay en nuestro camino. Aleja tu ego miserable de nosotras.

Maldita vuestra arrogancia, no os quiero en mi vida. No voy a justificarme por ser quien soy y elegir lo que elijo.

Ya va siendo hora de que, compañeras, enfoquemos nuestra violencia, que tan exitosamente sabemos emplear contra nuestros cuerpos, hacia fuera, hacia quienes nos dañan y nos coartan. Hacia quienes se creen con derecho sobre nosotras.

Lista de la compra:

Tácticas de guerrilla feminista.
Autodefensa.
Reapropiarnos de nuestra violencia como respuesta.
Ataque preventivo.
Ante la duda tú la viuda.

Si me agredes, te mato.