Tengo en mi haber:
3 títulos universitarios, amén de varias decenas de certificados de seminarios, cursos, talleres... y dos idiomas que se me olvidan de casi no usarlos.
Y 3 trabajos,
por horas, sin cotización. A demanda.
La ideología dominante dice: ¡no te esfuerzas lo suficiente!
Y entonces me siento culpable.
Mi cuerpo impone: ¡PARA!
Y duele. Mucho.
El sistema me ofrece expectativas:
Sigue estudiando 20.000 horas o más y si tienes suerte te saldrá la bola, como en el bingo.
¡O emprende!
También la Clínica ofrece drogas que lo hagan soportable:
Diazepam y Sulpirida. Y ya si eso vuelves.
Además me da vergüenza quejarme, porque no estoy tan mal al fin y al cabo.
Luego intersecciona el patriarcado, pero eso ya es para otro post.
miércoles, 20 de diciembre de 2017
viernes, 1 de diciembre de 2017
Auto-defensa
Mi experiencia y mi razón me dicen que a priori no me fíe de
los hombres. Que no puedo mostrarme vulnerable frente a ellos, que no les de
tregua y mantenga siempre alerta mis sentidos ante cualquier falta de respeto,
desprecio, humillación…
Prefiero tratar con mujeres.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)