Nos ven como adictas al dolor, nos regodeamos en el daño.
Siempre locas, histéricas, putas incómodas.
Hay células en mí que no me pertenecen y las odio.
No las quiero.
No quiero aceptar.
No quiero mostrarme vulnerable. Y sin embargo lo hago.
Paradoja constante.
- ¿Tú me ves así?
Cuando falta el impulso ¿dónde lo buscamos?
No lo hallo,
Ganas de matar. Todo mi odio y rabia contra mí misma. Por no
saber sacarlo.
Culpa.
La clínica mutiladora. La doctrina de la ciencia. Fe.
Gritar en el desierto. Que te hagan sentir extraña en tu
propia piel. Exageras.
Camino sola, a veces me acompañas.
Practico el egoísmo, sano.
Cansada de todo. Incluso de vivir.
La esperanza de una venganza con efectos retroactivos,
cruel. La justicia no puede venir desde el lugar que perpetua la barbarie.
La paz, sin justicia, suena a resignación cristiana.
Otra muerta más. Cada día, miles maltratadas, invisibles.
Ni una menos.
No hay tregua. No hay lugares seguros. La dominación en tu
propia casa.
Exageras. Dicen.
Dejas de escucharte, te vuelves autómata. Las nadie.
Mejores drogas para aguantar. En pequeñas dosis, control
mental.
No les vamos a dar el gusto de rendirnos.
Juntas creamos espacio-tiempos de resistencia.