viernes, 9 de agosto de 2013

Hasta los ovarios




Hasta los ovarios de ti, hasta los ovarios de todos vosotros, hasta los ovarios de complaceros, de hacer lo que “hay que hacer”, hasta los mismos de ser simpática, apacible, de no parecer una histérica y de no faltarte al respeto cuando tú me faltas al mío.

Hasta los ovarios de que me digan lo que tengo que hacer, porque soy joven, porque soy mujer, porque soy hija, porque soy novia, porque soy vecina, porque tengo perro, porque voy por la calle, porque me da la gana y lo hago así y no te estoy pidiendo permiso ni opinión.

Estoy harta de no poder expresarlo porque estoy bloqueada, porque me habéis bloqueado, porque no sé sacarlo fuera y estampároslo en la cara y largarme y dejaros con la palabra en la boca porque no quiero que me importe lo que pienses, porque no quiero que me importe cómo de bien o mal te siente, no me importa porque a vosotros no os importa.

Estoy harta de la dominación y de que la uséis tan a vuestras anchas, estoy cansada de no saber usar la violencia como defensa, estoy harta, muy harta y tengo ganas de huir, las mismas que he tenido siempre, desde hace tantos años que ni me acuerdo.

Siento rabia y no sé cómo sacarla, rompería lo que tengo alrededor pero no soy capaz, me socializaron muy bien, con mucho éxito. Supieron hacer de mí una persona responsable, capaz de contener mis impulsos de huir, reventar, escapar, irme, alejarme, utilizar mi violencia como autodefensa. Tan solo sé quedarme impasible y aguantar y hacer lo que hay que hacer. Hasta el coño!
Me tenéis harta.

Un día me iré y no volveré hasta que aprenda a ser yo misma y hasta que aprenda a que nadie influya en mis decisiones y acciones. Hasta que me respetéis porque simplemente existo y soy. Y no porque haya hecho lo que había que hacer. Me cago y me meo en vuestras normas sociales, sois unos infelices que seguís reproduciendo esta mierda de sociedad que te aísla, te culpabiliza y no te deja ser tú misma, ni desarrollar tus inquietudes.

No me siento víctima, no sientas lástima ni pena, y si quieres pensar que soy una histérica  y que estoy loca, pues bien, cuidado o te arrancaré la cabeza de cuajo.

Harta de lidiar con mis contradicciones, de saber que soy hija de esta sociedad hipócrita y  machista basada en las jerarquías y la dominación de unos sobre otras y sobre el resto de seres vivos que habitan este mundo extraño.

No normalicéis la miseria, la injustica, el maltrato y la dominación, porque eso os hace cómplices.